La vida es muy corta para seguir con rabia

La rabia es una emoción poderosa que, aunque puede surgir de manera natural, nos atrapa en un ciclo destructivo. Mantenernos en ese estado no solo daña nuestras relaciones, sino que también afecta nuestro bienestar mental, emocional y físico. Enric Corbera, a través de su enfoque en la Bioneuroemoción, nos invita a entender que cada emoción tiene un origen más profundo en nuestras creencias y percepciones. La rabia que sentimos frente a una situación o una persona no es más que una señal de que hay algo dentro de nosotros que necesita ser observado y sanado.

Corbera nos enseña que, al aferrarnos a la rabia, no hacemos más que perpetuar el sufrimiento. La vida es demasiado breve y preciosa como para malgastarla en emociones que nos desconectan de la paz. Cada vez que experimentamos ira, es una oportunidad para mirar dentro de nosotros mismos y preguntarnos: “¿Qué estoy proyectando? ¿Qué herida está generando esta reacción?”. En lugar de culpar a los demás, podemos asumir la responsabilidad de nuestras emociones, reconocer que nuestra interpretación de los hechos es la que alimenta esa rabia.

El perdón es una de las herramientas más poderosas que Corbera propone para liberarnos de este peso. Pero no se trata del perdón tradicional, donde nos consideramos víctimas y decidimos “perdonar” al otro. Es un perdón profundo, que nace de la comprensión de que no hay nada que perdonar realmente, porque la ofensa, tal como la percibimos, es solo una ilusión creada por el ego. Al soltar esa ilusión, podemos liberarnos del resentimiento y reconectar con nuestro estado natural de paz.

La vida es demasiado corta para vivir atrapados en el pasado o en las heridas no resueltas. Al dejar ir la rabia, abrimos espacio para vivir en el presente con más ligereza, compasión y amor. En última instancia, soltar la rabia no es un favor que le hacemos a los demás, sino un acto de amor hacia nosotros mismos, un paso hacia la verdadera libertad emocional.